Salir de misión

Algo que puede preocuparnos, aunque depende mucho de la persona, es si ir a una operación en el exterior es una misión de carácter voluntario o forzoso. Bien, es importante tener en cuenta que hay casos y casos. Es decir, depende mucho del ejército en el que sirvas y, por supuesto, en qué unidad. Esto es porque hay unidades en cada ejército que tienen más capacidad de salir a teatro de operaciones y tienen una operatividad más específica para este tipo de cometidos. Sin embargo, es importante que sepas que no es necesario estar en una cierta unidad para salir de misión, siendo casi seguro que alguna vez a lo largo de tu carrera como militar, tengas que prestar servicio fuera del territorio nacional.

Siguiendo en la misma línea, es igualmente necesario explicar que participar en este tipo de misiones es algo goloso, coloquialmente hablando, algo que explicaremos más adelante. Pero, para los que esto no es algo que les llame la atención, tienen que saber que en la mayoría de los casos no es forzoso, esto es, no es obligatorio salir al exterior. Solamente alguien se vería en la situación de salir si, por causa de fuerza mayor, la unidad a la que perteneces o el destacamento en el que vayas a ser encuadrado, necesitara a alguien con tu perfil y nadie más pudiera sustituirte. Por ejemplo: supongamos que te han nombrado a cierto destacamento porque tienes el carné de Tipo C (de camión) y además tienes el nivel de inglés que se requiere para la misión. Pero, tu mujer va a dar a luz y quieres pedir un permiso por paternidad. Definitivamente, tendrías que salir como forzoso. 

Es bueno recalcar que el ejemplo citado anteriormente no es algo normal, sino que siempre habrá alguien que pueda cubrir tu puesto y, además, sin ninguna pega. Si no es de tu unidad, se podrá nombrar a un militar de otra unidad distinta, lo que nos lleva a explicar que no es necesario pertenecer a una unidad determinada para participar en una misión. 

A continuación, vamos a nombrar los pros y los contras que tiene el salir de misión: 

• Comenzando por las cosas que pueden llamar más la atención, podemos decir que es una experiencia que no te dejará indiferente. En primer lugar, al ser una misión en el exterior, como indica su nombre, estarás en un país diferente al tuyo o incluso un caso más específico en el caso de la Armada, en el que pasarás largos períodos en la mar y a su vez, atracando en puertos de múltiples países. En segundo lugar, salir de misión es algo enriquecedor e interesante para aprender y proyectar tu carrera militar, ya que en muchas ocasiones trabajarás con otros ejércitos o, incluso, con ejércitos de otros países. Adicionalmente, ayudarás a una gran cantidad de personas, pues es habitual que en las misiones se preste mucho servicio de ayuda humanitaria, algo que, a nivel personal, toda persona debería vivir. Si no es el caso de tu misión, siempre podrás hacerlo en tu tiempo libre o de descanso, así como conocer el país o la zona en la que estés trabajando si las características de la misión lo permiten.

• Por otra parte, algo que también hay que tener en cuenta es la retribución económica que recibirás mientras estés desplegado, donde tu sueldo puede verse hasta triplicado. Sin embargo, también es necesario tener en cuenta que, al igual que recibir más retribución económica es algo positivo en el caso de tener una familia, por ejemplo, la parte menos atractiva de salir de misión es el tiempo que pasarás fuera de casa y lejos de tus personas más allegadas, como puede ser tu familia. Por otro lado, durante una misión verás que trabajarás durante largos períodos de tiempo. Es decir, salvo que por tu posición o labor en el destacamento se trabaje a turnos (caso que puede darse), normalmente no hay días festivos en los que tu disponibilidad debe ser los siete días de la semana, las veinticuatro horas. Por el contrario, a tu vuelta a España, podrás disfrutar de un largo permiso post-misión, que dependerá de la cantidad de días pasados fuera.